Hace unos meses escuché que un niño le pedía a su mamá una computadora, ella le dijo que no se la daría porque no tenía dinero, así que el niño pensó rápido y recordó que Los Reyes Magos sí tienen dinero y anunció que se la pediría a ellos.
Sé que para muchísimos niños la emoción más grande que puede existir es pedir y esperar regalos de Santa Claus y Los Reyes Magos, y entiendo que mientras la ilusión viva no hay esfuerzo o sacrificio que un niño feliz no haga olvidar.
Pero cuando veo a un niño que ya pasa los 7 u 8 años hablando de sus regalos mágicos me pregunto si de verdad cree o sólo disfruta convenientemente. Para mi gusto esa "tradición" es un arma de doble filo, por un lado los padres crean una mentira en sus hijos y por otro lado los hijos lo descubren y aprovechan la oportunidad. Total que unos mienten y otros aprenden a mentir.
¿Es de verdad necesario que un niño que apenas empieza a caminar y todavía no habla "encuentre" regalos debajo de un árbol adornado, el cual no entiende, y así empiece a vivir una tradición que no conoce?
Por lo pronto está demás decir que no comparto el gusto por inventarle historias a los niños, sobre todo si algo tiene que ver con una religión que generalmente no se practica más que en lo que de fiesta y disfrute se trata.
Supongo que en una sociedad como la mexicana un niño que no es bautizado, el ratón de los dientes no lo visita y no recibe regalos de Santa o Los Reyes Magos es visto como un fenómeno o lo andan pobreteando por todos lados, pero yo lo prefiero así a hacer algo que no apruebo, y sí, mis hijos tendrán que vivir con eso.