lunes, 28 de diciembre de 2009

¿Mentir o no mentir?

Me gustaría saber qué tanto nos gusta que nos mientan y hasta qué punto decir una mentira puede considerarse piadoso o un gran detalle.

Hace unos meses escuché que un niño le pedía a su mamá una computadora, ella le dijo que no se la daría porque no tenía dinero, así que el niño pensó rápido y recordó que Los Reyes Magos sí tienen dinero y anunció que se la pediría a ellos.

Sé que para muchísimos niños la emoción más grande que puede existir es pedir y esperar regalos de Santa Claus y Los Reyes Magos, y entiendo que mientras la ilusión viva no hay esfuerzo o sacrificio que un niño feliz no haga olvidar.

Pero cuando veo a un niño que ya pasa los 7 u 8 años hablando de sus regalos mágicos me pregunto si de verdad cree o sólo disfruta convenientemente. Para mi gusto esa "tradición" es un arma de doble filo, por un lado los padres crean una mentira en sus hijos y por otro lado los hijos lo descubren y aprovechan la oportunidad. Total que unos mienten y otros aprenden a mentir.

¿Es de verdad necesario que un niño que apenas empieza a caminar y todavía no habla "encuentre" regalos debajo de un árbol adornado, el cual no entiende, y así empiece a vivir una tradición que no conoce?

Por lo pronto está demás decir que no comparto el gusto por inventarle historias a los niños, sobre todo si algo tiene que ver con una religión que generalmente no se practica más que en lo que de fiesta y disfrute se trata.

Supongo que en una sociedad como la mexicana un niño que no es bautizado, el ratón de los dientes no lo visita y no recibe regalos de Santa o Los Reyes Magos es visto como un fenómeno o lo andan pobreteando por todos lados, pero yo lo prefiero así a hacer algo que no apruebo, y sí, mis hijos tendrán que vivir con eso.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Una final sin mí...

Hoy, que para mí, ya se calmaron las aguas, intentaré expresar lo que siento, obviamente esto se trata de la final Cruz Azul vs. Monterrey.

Para mi desgracia no estaré en la final, estuve tan cerca y ahora estoy tan lejos que no puedo dejar de lamentar mi tragedia. Sé que muchos al leerme o escucharme podrán decir que soy una exagerada, pero confío en que aquellos que viven apasionadamente el futbol, y aman a un equipo como yo amo al mío, entenderán lo que siento, ahora que si no es así pues ni modo, soy una exagerada.

Ayer, cuando recibí la noticia, sentí una gran tristeza, no hubo influencia que me diera la entrada al estadio, lloré silenciosamente, me enojé y odié a la directiva cruzazulina. Por más que mi razón quiera comprender que los directivos tienen compromisos con patrocinadores, coperativistas, jugadores y prensa, finalmente no entiendo cómo en cinco minutos veintitantos revendedores lograron tener los únicos boletos disponibles para el público.

Queda claro que los aficionados sólo importamos durante el torneo regular, mientras tengamos dinero para pagar nuestra entrada, consumir dentro del estadio, comprar la playera y ya de paso motivar al equipo. Obviamente en los grandes momentos, los que todos los seguidores esperamos y queremos vivir de cerca, el interés en nosotros se hace nulo.

Como aficionada podría hacer más, pero no quiero, tristemente mi opción es la reventa y por más que ame a mi equipo no caeré en su juego. Así que esta gran aficionada (en serio lo soy y puedo decirlo) se quedará en casa y festejará entre paredes frías o llorará en los brazos de S, como últimamente lo ha hecho.

Está de más decir que me gustaría que las cosas fueran diferentes, no precisamente para este partido, pero sí para el futuro. Y tal vez algún día me atreva a llamarle a algún Álvarez para expresarme, podrá servir o no, y aunque lo más seguro es que solamente me desahogaré y a ellos no les importará, por lo menos lo habré hecho.

Y ya de paso diré que sí creo que mi equipo, por fin, será Campeón. Podría decir, como cada liguilla a la que entramos, que lo haremos y finalmente no tener argumentos sólidos, lo diferente es que ahora veo a un Cruz Azul más hecho, más maduro y sobre todo más entregado.

Línea por línea, Corona tiene más experiencia que Jonathan Orozco, lo que los empareja es el gran momento que el rayado está viviendo. En la defensa Monterrey se lleva la ventaja por mucho, a la celeste las lesiones no le dan tiempo para recuperarse.

El medio campo es un fuerte cruzazulino, pero no con gran ventaja ante su rival. En frente veo la cosa realmente pareja. Así que podría decir que Monterrey tiene la ventaja y a mí sólo me resta pensar que como equipo y ante el compromiso Cruz Azul equilibra las cosas.

Ya el futbol hablará y ojalá ya se me haga.