viernes, 2 de octubre de 2009

Pura envidia

Hoy perdí una apuesta, pensé que Chicago ganaría y eso no fue lo peor. Al ver la tarjeta definitiva y muchos brasileños gritar y abrazarse lamenté mi derrota, pero sobre todo sentí lo de siempre, un nudo en la garganta al ver gente tan feliz y un triunfo en el deporte, sea de quien sea (menos de los Pumas, obviamente).

Sólo que no pasó ni un minuto cuando ya estaba triste y moría de envidia, vi a la gente festejar y quise llorar, me pareció horrible saber que la felicidad que estaban viviendo yo no la tenía, porque no era México, era Río.

Resulta que tengo que chutarme al gobierno pinche que tenemos, la injusticia y desigualdad, al PAN y sus seguidores, la pobreza, una izquierda dividida que no es digna de mi confianza y ahora esto.

Es tan triste saber que la vida no me alcanzará para ver a México campeón en un mundial de futbol y que estamos muy lejos de destacar en Juegos Olímpicos que en serio me dan muchas ganas de llorar.

Por eso envidio a Brasil y a todos los brasileños, ellos crecen y se les premia, tendrán Mundial y Juegos Olímpicos, y yo que me conformaría con que mi país compitiera para cualquiera de estos, con tal de emocionarme en la ceremonia del veredicto final, ya ni me importaría perder, por lo menos sabría que México podía, con todo lo que implica y lo hace imposible.

Ya nomás me queda ahorrar, creo que ir a Brasil será más fácil y realmente bonito y lucharé por estar ahí.


Nota. Esta entrada es producto de mi neurosis.

1 comentario:

Sergio dijo...

No pues sí te vi sufrir y ponerte triste, así que declino recibir el pago de esa apuesta. Habrá que asimilar que a lo mejor cuando nuestros nietos ya estén mayorcitos volverá a organizarse un evento de esa naturaleza en México. Ni hablar.

Besos