miércoles, 14 de abril de 2010

Paulette: lo periodístico y los excesos

El ya célebre caso de la niña Paulette Gebara Farah ha generado todo tipo de comentarios, análisis, explicaciones, una indignación popular y ya hasta se dictó sentencia de manera social sobre la madre de la fallecida.
La verdad no voy a entrar al tema de si la mamá fue quien mató a la niña, o si el papá o si las nanas o quien haya sido, en este espacio sólo quiero hacer una reflexión sobre el momento en que para mí el asunto fue noticioso y periodístico, y la manera en que se ha tratado en general en los medios de comunicación y los excesos de esa cobertura.
Aquí mi cuestionamiento es si de verdad al grueso de la población o a un grupo amplio de personas le interesaba que una niña hubiera desaparecido de su casa. Para mí el punto no tenía nada de periodístico al momento en que se dio a conocer.
O sea, el 22 de marzo, cuando todos los noticiarios y bastantes diarios importantes le dieron espacios grandes al tema me pareció un exceso, porque creo que hasta ahí nada más era una cuestión relevante para la gente cercana a la familia Gebara Farah.
Las reacciones en las llamadas redes sociales también me resultaron desmedidas, pues sin conocer a fondo el asunto mucha gente se dejó llevar por la mamá que apareció en cuanto medio le dio facilidades para hablar como si fuera de interés nacional, o de menos una persona pública.
Para mí seguía siendo un tema menor, pero me empezaba a surgir el interés por saber qué hacía la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Luego de varios días con carteles en las calles solicitando ayuda para encontrar a Paulette y de ya muchas horas de difusión en medios electrónicos y de muchas páginas en medios impresos, ya entonces la gente en su mayoría se interesó en el caso, sin que para quien escribe estas líneas se tratara de un asunto periodístico.
Hasta entonces me parecía una historia que bien podía ser motivo para escribir una novela policiaca, pero no más. Sin embargo, lo que sí me pareció apetecible informativamente hablando fue la actuación de la Procuraduría mexiquense, porque eso sí que le atañe a millones de personas, es decir, el desempeño de una dependencia de gobierno siempre va a ser importante para un buen número de habitantes.
Dejando de lado el morbo de saber quién mató a la niña (porque el cuento del accidente no me lo trago), sí me parece noticiosa la manera en que transcurrió la investigación porque las inconsistencias están a la vista y aquí el tema para mí es la evaluación del trabajo del procurador, Alberto Bazbaz, y todo su equipo.
Desde el principio el sitio web www.sdpnoticias.com sí tuvo a bien meterse a fondo en la actuación de las autoridades. Mientras en Televisa, Reforma, TV Azteca y varias radiodifusoras seguían sacando notas principalmente sobre los padres y haciendo entrevistas tan banales que de pronto me daban náuseas.
Ahí es donde veo excesos, en preguntarle a la mamá si tenía un amante, que si todavía ama a su esposo, que si la amiga, que si se fue de viaje, que si tuvo relaciones sexuales con su marido la noche en que desapareció la niña, y al papá que si desconfía de su esposa, que si la cree capaz de hacer algo tan malo como deshacerse de Paulette, etcétera, puras estupideces que no tienen nada de periodístico. O Milenio publicando las fotografías de la niña muerta. Todos únicamente tratando de vender más.
En vez de ir a fondo con la Procuraduría y su manera de manejarse, dirigiendo la opinión pública para juzgar a la mamá de la niña, presentando a una psicóloga para dar detalles de la personalidad de la mamá sin que esas cuestiones fueran concluyentes.
Sin que esos mismos medios se metieran a ver las tonterías que hizo la Procuraduría como no haber asegurado la recámara de Paulette por el simple hecho de que en ese lugar fue la última vez que la vio su mamá, o no hacer caso a sus propios peritos que le informaron que el papá salió de la casa a las 06:00 y regresó pasaditas de las 08:00 cuando la nana no encontró a Paulette y que al informarle que no estaba él ni siquiera se preocupó, y que el papá es amigo del gobernador Enrique Peña Nieto (http://sdpnoticias.com/sdp/columna/pancho-villa/2010/04/08/1023137) y que los peritos levantaron el colchón de la cama de la niña para sacar la sábana que cubría ese mismo colchón y que la niña obviamente no estaba ahí. Eso, para mí, sí que es periodístico y noticioso, no todo lo anterior.

1 comentario:

Livier dijo...

Ya que mi anterior firma no apareció, voy de nuevo...

Reconozco que fui común y corriente al primero pensar que la mamá era totalmente culpable, por aquello de que no lloraba a moco tendido.

Después me pareció demasiada atención a uno de tantos casos iguales en el país, pero comprendí que las amistades de la familia involucrada ponían en evidencia las razones de los micrófonos que se les dieron. Peor para ellos, porque me parece que les salió el tiro por la culata.

Ahora tengo el presentimiento de que nunca sabremos la verdad, aunque lo peor será que 'concluyan' que fue un accidente o aunque sea triste la gente quedaría satisfecha si dicen que fue la mamá, al fin que ya fue enjuiciada socialmente.

Me choca que aquellos que han mostrado a la niña muerta se jacten de haber 'informado' a la población, especialmente porque nomás están haciendo chisme, y lo peor es que al parecer es lo que le gusta a la población...¡¡horror!!

Lo único bueno que podría salir de todo esto sería que la imagen del gober precioso se viera tan afectada que su llegada inminente a la presidencia no pasara de un susto para el país.

Besos.